El poblado arqueológico de Son Fornés se sitúa a 2,5km de Montuïri (carretera Ma-3200), a unos cuatrocientos metros del cruce transversal Algaida-Sant Joan. En 1975 se realizó la primera excavación y hasta el año 2011 se han llevado a cabo catorce campañas. En ellas se han podido documentar tres períodos históricos: el Talayótico, el Postalayótico y el Clásico/Romano. Del período Talayótico, documentado desde el s.IX hasta mediados del VI antes de nuestra era, encontramos tres edificios ciclópeos de uso comunitario: los Talayots, uno de los cuales el más grande de Mallorca con 17m de diámetro y 4m de altura. La información más detallada referente al yacimiento se puede encontrar en el Museo Arqueológico de Son Fornés, un museo monográfico situado en el Molino 'l'es Fraret', en el pueblo de Montuïri, ubicado en la carretera Ma-3220 que une la localidad con Sant Joan.
El Auditorium de Palma, uno de los grandes referentes culturales de Mallorca. Su fachada mira al mar, concretamente al puerto, y tiene una de las mejores panorámicas de la ciudad. Aquí se desarrolla, durante todo el año, gran parte de la vida cultural y social de Palma de Mallorca. Raro es el día que no acoge varios espectáculos de música o teatro, algún interesante congreso, encuentros internacionales de las más diversas disciplinas y ciencias, o incluso debates sobre temas de actualidad. Además, el Auditorium de Palma está de fiesta porque cumplió en 2019 nada menos que 50 años.
C. Sant Roc, 4. El Estudio General Luliano es una institución docente fundada en el siglo XV que más tarde, en el siglo XVII, se convirtió en la Universidad Luliana de Mallorca. Tras diversas vicisitudes, la institución actual fue creada en el año 1951 para impulsar la cultura de Mallorca y los estudios universitarios. Actualmente esta institución se dedica a escuela de idiomas y a otras actividades docentes y culturales. El presente edificio, de estilo regionalista, es fruto de una reconstrucción de la década de 1950, obra del arquitecto Gabriel Alomar. Del primitivo edificio se conservan algunos escudos y capiteles góticos y renacentistas incorporados a la construcción actual.
Ens trobem en un altre carrer emblemàtic del barri antic, on hi ha un bon nombre de cases senyorials, majoritàriament transformades. La construcció més ben conservada és Can Olesa, una de les cases senyorials més famoses de Palma. La façana conserva un parament anterior, obra del segle XVI, amb finestres renaixentistes, que té escuts de la família Descós. La casa actual és producte de la reforma de finals de segle XVII, distribuïda entorn d'un magnífic pati central. Aquest pati és un dels exemples més prototípics del pati barroc mallorquí, amb les seves característiques columnes, arcs extraordinàriament rebaixats i escala rematada per una galeria de tres arcs. Aquesta casa és una de les poques de la ciutat que conserva completament els seus interiors d'època. Va ser declarada Monument Històric i Artístic l'any 1973.
La calle de la Portella es una de las más monumentales de Palma, donde se alzan algunas de las casas señoriales más emblemáticas de la ciudad. Del siglo XVII destaca Can Formiguera, con un espléndido balcón sobre la calle y el escudo de la esquina que lleva las armas de Ramon Burgues-Safortesa y Fuster, conde de Formiguera, personaje legendario de la historia de Mallorca que es conocido con el nombre de "Comte Mal". Delante encontramos la antigua posada de los cartujos de Valldemossa en Palma, que tras la desamortización eclesiástica pasó a manos particulares y que es conocida como Cal Comte d'Espanya. El edificio fue reconstruido en el siglo XVIII, y contiene un bello patio barroco. En la hornacina de la portada puede verse la imagen de san Bruno. En mitad de la calle hay dos grandes casas historicistas con características neogóticas. La más importante es Can Espanya-Serra, que tiene un importante patio de fiC/ Portella, esquina carrer Can Formiguera. (Casas señoriales de la Portella )nales del siglo XIX. En todos estos edificios podemos observar la distribución de la casa señorial mallorquina que, por lo general, suele conservar el gran portal de medio punto de tradición gótica, la planta de estudios, el balcón de la planta noble y las hileras de ventanas o de columnas del desván o porxo superior. Finalmente, destaca el gran alero que avanza sobre la calle y que contribuye a proteger el paramento de la fachada. A la izquierda, si bajamos hacia la muralla, en la que fue una antigua casa señorial se ubica el museo dedicado al pintor catalán Joaquim Torrents Lladó (1946-1993), que muestra su vida y obra. A continuación, en Dalt Murada, podremos ver el gran edificio de Ca la Torre (abreviatura de Cal Marquès de la Torre), una mansión construida a principios del siglo XVIII que es prototípica del gusto sobrio de la arquitectura señorial mallorquina; su patio se integra en las murallas medievales.
El camino que hemos recorrido es conocido con el nombre de "Dalt Murada", y desde aquí podemos observar los que eran los límites de la ciudad romana que se extendía desde el palacio de la Almudaina hasta el extremo oriental del palacio Episcopal. En la fachada sur de este palacio, mirando hacia al mar, se ve un paseadero con garitas de estilo modernista que se atribuye al famoso arquitecto catalán Antoni Gaudí, al igual que las rejas de hierro de unas ventanas. El muro que vemos al pie de la catedral es la antigua muralla de origen romano, muy transformada durante la edad media y totalmente reconstruida al paso de los siglos. De hecho, todo el frente marítimo de la ciudad fortificada fue rehecho en el siglo XVIII con la muralla nueva sobre la que ahora estamos, construida sobre terrenos ganados al mar. De esta construcción podemos destacar las garitas que tienen formas barrocas. El espacio conocido como ses Voltes, es un antiguo cuartel acabado en 1802 y rehabilitado por los arquitectos Elies Torres y José A. Martínez Lapeña entre 1983 y 1991, para usos lúdicos y culturales.
En el jardín de la Lonja se encuentra reconstruida una de las antiguas puertas de la muralla. Se trata de la llamada Porta del Moll (puerta del muelle), edificada en 1620 por el maestro mayor de la fortificación Antoni Saura con la colaboración de Jaume Blanquer, uno de los mejores escultores mallorquines de su época. Éste no es su lugar original, sino que la puerta se encontraba insertada en la muralla medieval de la ribera del mar, y después en la nueva construida en el siglo XVIII delante de la Lonja. La puerta representa un tipo de arco triunfal de estilo manierista, rematado en el arco por una pequeña imagen de la Purísima Concepción. En el entablamento hay una inscripción que hace referencia a su construcción. Ésta fue la puerta principal de entrada a la ciudad, y su tratamiento artístico y monumental obedece al fuerte carácter simbólico de las puertas en los antiguos recintos fortificados. Sobre ellas se ponían los escudos de armas del rey y de los jurados del reino, que en el caso de la Porta del Moll se retiraron en el siglo XVIII. Al lado de la puerta se alza el Consolat de Mar, hoy sede del Govern de les Illes Balears. Se trata de un edificio que en su origen era la casa del Colegio de la Mercaderia, con una bella capilla gótica añadida en su lado posterior. El Consolat de Mar era una institución que actuaba como tribunal para resolver conflictos marítimos y entre mercaderes. A mano izquierda podemos ver Can Chacón, con una bella galería barroca del siglo XVIII, de cuando el edificio era propiedad de esta familia de origen andaluz. A finales del siglo XVII fue la residencia del ingeniero militar Martín Gil de Gaínza (1650-1737), que la hizo construir sobre la muralla.
En el siglo XVI se inició el recinto renacentista de Palma con murallas y baluartes adaptados para el uso de la artillería. El autor del proyecto fue el ingeniero italiano Giacomo Palearo, más conocido como el capitán Fratin (+1586). Precisamente, el recinto fue comenzado en el año 1575 con la construcción del bastión denominado de Santa Catalina, que era el nombre de la puerta medieval y de la barriada que todavía se encuentra a poniente. Aquel bastión será conocido más tarde con los nombres de bastión de Santa Creu, nombre de la parroquia, y como baluarte de Sant Pere, por el nombre de la calle. Este baluarte fue rehecho en la primera mitad del siglo XVII por el ingeniero mallorquín Vicenç Mut i Armengol (1614-1687), y entre 1644 y 1656 se abrió una nueva puerta de la muralla que ya no existe, pero de la cual se conserva parte de su puente sobre el torrente de Sa Riera. El baluarte ha sufrido numerosas vicisitudes, y el que vemos actualmente es lo que ha quedado de la antigua fortificación. El baluarte tenía dos niveles: el denominado baluarte de abajo, que forma la plaza que da sobre el paseo de Sagrera y el muelle, y el llamado baluarte de arriba, que contiene ahora el edificio del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Palma, inaugurado en enero de 2004. El portal que tiene la rampa en otro tiempo era el portal de subida a esta parte superior del baluarte, que se encontraba toda terraplenada.
Casa ocupada por la familia Oms el 1642, cuyas armas se pueden ver en el balcón de la escalera. El patio es el resultado de reformas del siglo XVIII. El portal gótico situado a la izquierda del zaguán lleva las armas de los Armadans y procede de la casa medieval de esta familia que todavía existe en la calle de Can Sanç.
Casa medieval reformada en el siglo XVI por la familia Sureda, cuyas armas se pueden ver en las ventanas de los “estudis” y en diferentes lugares del patio, el cual, seguramente del siglo XVII, fue reformado en el siglo XIX y modificado definitivamente por el arquitecto Guillem Fortesa en el año 1941, momento en el que diseñó la escalera actual. Su aspecto ha sido recuperado según proyecto del arquitecto Miquel Vicens para la sede del Archivo Municipal de Palma.
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