La torre de Paraires, junto con la torre de Señales o de Portopí, son los dos únicos ejemplos de torres costeras y están situadas en la boca del puerto de Portopí, uno de los puertos de Palma de Mallorca (Baleares, España). Su función era de señalización y defensiva. Las dos torres cerraban el puerto con una cadena. La torre es de planta cuadrada, cubierta plana y las cuatro paredes son ciegas con aspilleras como aberturas. La cubierta está terminada con almenas. Los cimientos son de la época romana, protegidos como monumento nacional (Bien de Interés Cultural) en el año 1876
En el vértice de la plaza encontramos S’Abeurador Rodona, que como su propio nombre indica, es de forma redonda. La fuente es de piedra caliza, tiene tres metros de diámetro y, como única ornamentación, tiene una columna de piedras. Originariamente, fue un abrevadero para los mulos y los caballos. En el año 1916, el Ayuntamiento realizó una serie de modificaciones, instalando unos grifos convirtiéndolo así en una fuente pública. En 1963, la plaza fue reformada y el abrevadero fue retirado, hasta que en el año 1999 se volvió a reubicar en su lugar originario.
Palacio del S.XVIII con magníficas escalinatas y jardines. Situada en el término de Bunyola, esta finca acoge una antigua casa mallorquina con uno de los jardines más bellos de la isla. Fue adquirida por el Ministerio de Medio Ambiente y el Consell de Mallorca en el 2002, y su destino es convertirse en un importante centro ambiental internacional. Es también un pedazo de la historia isleña, que abarca el periodo comprendido entre los siglos XV y XIX. Su evidente valor patrimonial llevó al Govern Balear a protegerla declarándola Bien de Interés Cultural (BIC). Por sus jardines apetece perderse con un buen libro en las manos, alejarse del ruido del mundo durante un rato, como debió hacer el impulsor de la reforma más importante de la casa, el cardenal Antoni Despuig i Dameto (1745-1813). Despuig transformó la finca en un magnífico palacio clasicista de aire italiano, que en la planta baja albergó una importante colección de obras de arte. La historia de Raixa, a los pies de la Sierra de Tramuntana, se remonta a la presencia de los musulmanes en Mallorca, quienes debido a la abundancia de agua, plasmada todavía hoy en su gran estanque, y a la fertilidad de las tierras, escogieron este lugar para fundar la alquería Arraixa. Tras la conquista catalana de la isla, en el siglo XIII, Raixa pasó por diferentes propietarios, como los Zaforteza-Tagamanent, hasta que en el XVII pasó a manos de la familia Despuig.
El Auditorium de Palma, uno de los grandes referentes culturales de Mallorca. Su fachada mira al mar, concretamente al puerto, y tiene una de las mejores panorámicas de la ciudad. Aquí se desarrolla, durante todo el año, gran parte de la vida cultural y social de Palma de Mallorca. Raro es el día que no acoge varios espectáculos de música o teatro, algún interesante congreso, encuentros internacionales de las más diversas disciplinas y ciencias, o incluso debates sobre temas de actualidad. Además, el Auditorium de Palma está de fiesta porque cumplió en 2019 nada menos que 50 años.
El camino que hemos recorrido es conocido con el nombre de "Dalt Murada", y desde aquí podemos observar los que eran los límites de la ciudad romana que se extendía desde el palacio de la Almudaina hasta el extremo oriental del palacio Episcopal. En la fachada sur de este palacio, mirando hacia al mar, se ve un paseadero con garitas de estilo modernista que se atribuye al famoso arquitecto catalán Antoni Gaudí, al igual que las rejas de hierro de unas ventanas. El muro que vemos al pie de la catedral es la antigua muralla de origen romano, muy transformada durante la edad media y totalmente reconstruida al paso de los siglos. De hecho, todo el frente marítimo de la ciudad fortificada fue rehecho en el siglo XVIII con la muralla nueva sobre la que ahora estamos, construida sobre terrenos ganados al mar. De esta construcción podemos destacar las garitas que tienen formas barrocas. El espacio conocido como ses Voltes, es un antiguo cuartel acabado en 1802 y rehabilitado por los arquitectos Elies Torres y José A. Martínez Lapeña entre 1983 y 1991, para usos lúdicos y culturales.
Este casal pertenecía durante el siglo XVI a la familia Desclapers. Se trata de un edificio gótico, del siglo XV, con reformas posteriores. El patio se sitúa a la izquierda del tercer tramo cubierto, con un pilar octogonal central de tradición gótica que sostiene dos arcos rebajados y el envigado con modillones. Más a la izquierda se encuentra la escalera y la galería regionalista, de 1929.
El portal principal es de dintel. La entrada tiene cubierta de artesonado y suelo adoquinado. Un arco escarzano comunica con el patio a cielo abierto. La pilastra de la izquierda presenta un interesante capitel con figuras del bestiario.
La Font de la Vila, en s’Hort des Bril, fue un importante punto de abastecimiento de agua para la villa de Artá desde la época musulmana. A lo largo de los siglos se han construido toda una serie de ingenios para salvar las dificultades del desnivel del terreno. De toda esta infraestructura, para transportar el agua desde el punto de origen hasta su distribución en campo y la villa, a día de hoy, nos han llegado algunos restes, como los de el Pont d'en Vell, un impresionante acueducto que salva el torrente de Es Revolts a un centenar de metros del pueblo, en la carretera Artà – Alcúdia, que podemos datar a finales del siglo XVI. Éste viene definido per un arco de medio punto hecho con piezas de marés, piedra y mortero, y unos grandes contrafuertes, para sostener su peso, en uno de los laterales. En otros puntos se conservan tramos de las acequias, que muy probablemente, reaprovechen el antiguo entramado musulmán. El otro elemento a destacar es el qanat. Son conducciones de agua subterránea realizadas en torno al siglo X, durante la ocupación musulmana de la isla. La construcción de éstos consiste en la excavación de una mina hasta llegar a un acuífero, desde donde el agua brota y sale por su propia gravedad mediante una pequeña canalización. Todo este conjunto estaba cubierto por una bóveda de cañón realizada con la técnica de la piedra seca, y cada ciertos tramos se dejaba un pozo, que permitía tanto acceder a la mina para su mantenimiento como airearla e iluminarla ligeramente. El qanat de la Font de la Vila se encuentra en la carretera de Artà- Alcúdia, a unos 300 metros del acuífero y a dos quilómetros del pueblo. Presenta una mina de más de 100 metros de largo con ocho pozos o entradas. Sus dimensiones permiten el acceso de una persona en pie. Formalmente la galería está excavada con refuerzos laterales de piedra seca y cubierta de losas irregulares y planas, donde en ciertos puntos la cubierta pasa a ser apuntada. La canaleta central, está excavada en la roca permitiendo la circulación por los laterales. Estas construcciones, gracias a su calidad y funcionalidad, han sido utilizadas desde su construcción hasta la actualidad.
Edificio del siglo XVI donde se ubicaba la Criança, una institución creada por el canónigo Antoni Genovard dedicada a la educación de las hijas de las clases acomodadas y que fue dirigida después de su fundación por sor Isabel Cifre. Son destacables los pilares octogonales del patio.
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