Desde el siglo XVI, fue propiedad de los Desclapers. En 1814, heredó la casa Francesc Rossinyol de Sagranada i Desclapers, que la vendió al obispo Bernat Nadal, el cual la promovió como sede del colegio para niñas de la Pureza de Maria Santísima (fundado en 1809 en la calle de la Pau), y que fue reorganizado en el año 1870 por Gaietana Alberta Giménez, la Madre Alberta.
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