Planícia es una finca rústica en un entorno paisajístico y natural de gran valor. Desde el 17 de febrero de 2009 Planícia forma parte de los espacios de titularidad pública de Illes Balears. Se encuentra situada al suroeste de la isla de Mallorca, y por sus dimensiones, 445 hectáreas, constituye el 25 por ciento de la extensión total del municipio de Banyalbufar. Sus terrenos van desde la escarpada costa hasta la cima de la montaña de sa Mola de Planícia (934 m.). Entre sus valores naturales destacan los encinares, pinares y la fauna asociada. La producción agrícola de esta possessió (nombre que reciben en la isla las grandes propiedades rurales) mallorquina se centraba en el aceite, por lo que destaca también el cultivo del olivo y la almazara de grandes dimensiones. Otros elementos abundantes son los hornos de cal y los rotlles de sitges, estos últimos utilizados en el pasado para la producción de carbón de encina. Los caminos que la atraviesan son ideales para el senderismo ya que discurren por tranquilos paisajes de gran belleza. Planícia se encuentra en la ruta GR-221, denominada Ruta de la Pedra en Sec, que atraviesa de norte a sur la Serra de Tramuntana. El Govern de les Illes Balears, a través de la Conselleria de Medi Ambient, y el Gobierno de España han sumado esfuerzos para poner al servicio de los ciudadanos este espacio natural.
Torre de defensa situada en un acantilado sobre la Cala de Ses Ortigues.
En el municipio de Campos también encontramos unos de los productos típicos del mediterraneo, lugar donde se deja evaporar el agua para la producción de sal, para distintos usos comerciales. Tiene un gran impacto visual debido a la gran altura que pueden tener estas pequeñas montañas de sal.
Construcción El parque del Serral de ses monges tiene una extensión de 70.000 m2 Destaca Lugar de relajación y estudio de la naturaleza. Rasgos característicos Dispone de una zona húmeda, un huerto con paradas de caballón, una escuela taller de jardinería, 200 encinas.
on Mut Nou, una finca en pleno corazón de la Marina de Llucmajor, en Mallorca, por conservar y estudiar variedades históricas y ponerlas en valor. Ese es el objetivo de Montserrat Pons y Boscana, un farmacéutico de Llucmajor cuyo amor por las higueras y el estudio de su importancia en la vida y la historia de Mallorca le ha llevado a emprender un proyecto único en el mundo. Son Mut Nou es un campo experimental donde se cultivan las higueras con el fin de estudiarlas y promover su conocimiento científico. De esta manera se analiza también la importancia que han tenido las mismas en el desarrollo de una sociedad como la mallorquina, que se ha formado y ha bebido de las labores rurales y agrícolas.
El Parque Nacional Marítimo-Terrestre de Cabrera cuenta con un centro de interpretación en la Colònia de Sant Jordi, municipio de Ses Salines. Aunque administrativamente el subarchipiélago de Cabrera pertenece al ayuntamiento de Palma, su proximidad geográfica a la Colònia de Sant Jordi hace lógico que sea aquí donde se ubique el centro de interpretación del parque ya que además las barcas hacia el parque salen desde la zona sur de Mallorca (Portopetro y Colònia de Sant Jordi). Aquí los visitantes podrán conocer de primera mano las riquezas naturales que hacen merecer la máxima protección a este territorio insular. Debido a la fragilidad del entorno del parque y con el objetivo de no perturbar la tranquilidad de las diferentes especies que lo habitan, sólo se puede visitar una zona delimitada en las inmediaciones del puerto de Cabrera. Por ello este centro es una buena oportunidad para documentarse y entender mejor sus valores. Los acuarios nos muestran las diferentes especies que se pueden encontrar en las aguas que lo circundan y otra sección nos da a conocer su medio terrestre. Los contenidos se enmarcan en la historia y cultura mediterráneas, y se exponen en unas instalaciones cuyo edificio principal se inspira en un talayot, construcción megalítica presente en las islas de Mallorca y Menorca.
La «possessió» de Can Garra Seca, está localizada en el «Camí de sa Torre», en el término municipal de Llucmajor y tiene una extensión de 100 cuarteradas (unas 71 hectáreas). Es un verdadero tesoro escondido. Se trata de una explotación agrícola-ganadera y forestal que cuenta con numerosos elementos etnológicos (molino de viento harinero, aljibes, pozos, horno de cal, barracas, cisternas, …), zonas de labranza con almendros y algarrobos, zonas de garriga, etc. El conjunto de Can Garra Seca es un buen ejemplo de la incidencia de los procesos humanos, tanto de producción como de adaptación en el medio natural. Los elementos etnológicos que podemos encontrar son: * Vivienda * Huerto y molino de viento harinero * Barraca de «roter» * Barraca de carro * Balsa con cubierta puntiaguda * Horno de cal * Carbonera * Balsas i «cocons» * Elementos megalíticos * Cisterna compartida * Gazaperas * Flora i fauna
La Reserva Natural de la Trapa es una finca situada en el extremo sudoeste de la sierra de Tramuntana. Recibe este nombre a raíz de la presencia de los monjes trapenses,quienes se establecieron en el valle, hacia el año 1810. Durante su estancia, edificaron un monasterio, crearon un sistema de aprovisionamiento de agua mediante minas de captación y construyeron bancales y muros, siguiendo la tradicional técnica de piedra seca. En la Trapa se pueden encontrar elementos de la arquitectura tradicional como son las casas del antiguo monasterio y restos de una capilla, el molino, la era... Pero, de obligada visita es el mirador, un balcón excepcional con vistas a la isla Dragonera, que parece un dragón saliendo del mar.
Fue adquirida en 2002 por el Govern de les Illes Balears para preservar sus valores naturales, etnológicos y sus yacimientos prehistóricos. Se encuentra situada en la franja costera del término municipal de Santa Margalida entre Can Picafort y Son Serra de Marina. En sus 379 hectáreas se encuentran diversos elementos que la hacen singular y de un valor excepcional. Junto con la explotación tradicional agrícola, actualmente de carácter biológico, también se crían animales de granja de raza autóctona. Diversas construcciones y explotaciones extractivas ponen de manifiesto los valores etnológicos de la finca desde época medieval hasta la contemporánea. Además hay que añadir a todo ello una importantísima presencia de restos arqueológicos de diversas culturas. La belleza natural de la finca incluye casi 2000 metros de litoral que se encuentran enclavados en la amplia costa virgen de esa zona de Mallorca. El Govern de les Illes Balears ha ido realizando mejoras tanto en los elementos arquitectónicos como en la dotación de facilidades para la visita y disfrute de las personas interesadas en conocerla, que incluye una oficina de atención al público con material explicativo. La empresa Espais de Natura Balear, dependiente de la Conselleria de Agricultura, se encarga de la gestión de esta propiedad pública.
S'Albufereta es un lugar muy propicio para observar aves durante todo el año. Hay citadas 196 de un total de 325 especies conocidas en Illes Balears. Con una avifauna muy relacionada con s'Albufera de Mallorca, constituye una zona de nidificación de especies valiosas como el calamón común (Porphyrio porphyrio), el aguilucho lagunero (Circus aeruginosus), la cigüeñuela (Himantopus himantopus), la lavandera boyera (Motacilla flava) y el carricerín real (Acrocephalus melanopogon), y otras más comunes como el zampullín chico (Tachybaptus ruficollis), la focha común (Fulica atra) y la polla de agua (Gallinula chloropus). Es un lugar importante para el descanso y la alimentación de las aves migratorias durante las migraciones de primavera y de otoño, y también un buen lugar de invernada para las aves nordeuropeas. En la zona húmeda se pueden diferenciar claramente tres áreas: una franja costera arenosa de 50 a 100 m de anchura, la zona inundada, con canales y lagos (los dos lagos de S'Albufereta, casi permanentes, i Sa Barcassa, un lago salino, inundado en invierno) y unas zonas de inundación esporádica en la que destaca la más importante formación forestal de tamarindos de las Baleares, constituida por Tamarix gallica y T. Canariensis. Los estudios de vegetación indican la presencia de un total de 349 especies en la reserva natural de S'Albufereta, entre las cuales hay 6 que son endemismos y otras protegidas a nivel autonómico, concretamente 3 especies (Pancratium maritimum, Chamaerops humilis i Myrtus communis), 1 género (Tamarix) y 1 familia (Orchidiaceae).
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