Sa Dragonera pertenece al Consell de Mallorca desde el año 1987, pero no fue hasta el 1995 que el Gobierno Balear aprobó la declaración de Parque Natural. Parque Natural de Sa Dragonera Aunque el Parque Natural lleve el nombre de Sa Dragonera, además de esta isla principal también forman parte del área protegida el islote de Pantaleu, la isla Mitjana y els Calafats, ya que el conjunto comparte unas condiciones ambientales de gran valía gracias al magnífico estado de conservación natural. Sa Dragonera pertenece al Consell de Mallorca desde el año 1987, pero no fue hasta el 1995 que el Gobierno Balear aprobó la declaración de Parque Natural para garantizar la conservación de este espacio, y ponerlo al alcance de toda la gente que lo quiera conocer. La isla de Sa Dragonera es, geológicamente, la continuación de la sierra de Tramuntana mallorquina, pero su vegetación no es la misma porque está condicionada por las dimensiones de la isla, por la escarpada topografía y por la influencia del mar. Lo más común es la vegetación litoral en las zonas rocosas, los bosquecillos de ribera, el monte bajo de acebuche y el sotobosque de romero, que es muy abundante. En cuanto a la fauna del parque, el mismo nombre es bastante evidente. El lagarto común (dragó) y la lagartija son los únicos reptiles conocidos en Sa Dragonera. De hecho, a excepción de las aves, en la isla no había mamíferos hasta la llegada del ser humano. Fue así como se introdujeron éstos, unos por su aprovechamiento y otros de manera accidental, los conejos, las cabras, las ovejas, los erizos y las ratas. La foca monje era un mamífero autóctono habitual de la zona, pero desapareció y, de hecho, quedan muy pocas en el Mediterráneo. Los cetáceos que se pueden ver aún con cierta frecuencia son los delfines mulares y los comunes. Como suele pasar en los parques naturales de las zonas costeras, las aves son la fauna más habitual, numerosa y diversa. Sa Dragonera, el Pantaleu y la Trapa fueron declaradas ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves). Las especies marinas más frecuentes son la pardela cenicienta, el cormorán, la pardela pichoneta, la gaviota vulgar y la gaviota rosada. Entre las aves de rapiña destaca el halcón marino, el cernícalo, el halcón peregrino y el búho.
La Albufera de Mallorca es una zona pantanosa, con una extensión aproximada de 2.580 ha y un perímetro de unos 32 kilómetros. La Albufera de Mallorca, que abarca una parte de los términos municipales de Alcúdia, Muro y sa Pobla, tiene una extraordinaria importancia económica y ecológica en esta zona de la isla. Conviene no confundir esta albufera, que se conoce como 'la grande', con la pequeña albufera de Pollença. Buena parte de la Albufera de Mallorca (1.700 hectáreas) conserva intactas sus características naturales, cosa que la convierte en un espacio privilegiado y de gran valor ambiental dada su escasa degradación. Hay que destacar, sin embargo, que el 3 de noviembre de 2000 un incendio afectó un total de 450 ha de la zona, de las cuales 440 pertenecen al parque natural. Por suerte, no era época de nidificación y las consecuencias ecológicas no han sido graves. En la primavera de 2001 ya se podía disfrutar de una recuperación total de la superficie afectada. En esta zona la vegetación predominante es el cañizo y la cesquera (chamiza), que antiguamente se aprovechaban para alimentar al ganado, entre otros usos. Durante los meses de verano, el agua del mar entra en la Albufera, que durante el resto del año se nutre del agua de los torrentes. Eso hace que haya zonas de suelo salado. En estos terrenos aparecen salicornias y juncos, pero también se han de destacar árboles como los olmos, los tamarindos y los chopos. La fauna que vive en la Albufera de Mallorca es tan abundante como diversa. Sólo en aves, encontramos unas 230 especies que nidifican o pasan temporadas en este espacio natural protegido. Entre las que nidifican, hay que destacar la foja, el ánade real, el avetorrillo, la cigüeñuela y el carricerín. Pero también son muchas las especies migratorias que sólo se paran a descansar (los flamencos o las limícolas) y aquéllas que se instalan para pasar el invierno (los patos, las garzas...). En las zonas húmedas como ésta, los peces (anguila, lubina, pejerrey), los anfibios y los reptiles también abundan. Con la llegada del turismo a partir de los años sesenta, la imagen de la Albufera se modificó de manera sustancial en la parte más costera, ya que grandes zonas se urbanizaron, y se construyeron lagos y canales en los alrededores de hoteles así como bloques de apartamentos. Para detener este proceso y preservar la riqueza natural de la mayor zona húmeda de Mallorca, el Gobierno Balear aprobó, en el año 1988, la creación del primer Parque Natural de las islas, con 1.700 ha protegidas. Además, el área también fue declarada ZEPA (Zona de especial protección para las aves) y Reserva de la Biosfera. Por otra parte, la Albufera está incluida en el convenio Ramsar para la protección de zonas húmedas.
El ZOO NATURA PARC se inauguró en el año 2008. Se halla ubicado en el municipio de Santa Eugenia, Mallorca, Baleares, a escasos metros de una ANEI (Área Natural de Especial Interés) y en el epicentro de la Mallorca tradicional. El Zoo Natura Parc es la realización del sueño de una familia mallorquina amante de los animales, cuya afición empezó muy temprana y de manera totalmente autodidacta, llegándose a convertir esa afición en su verdadera forma de vida. El espíritu del Zoo lo forman los tres principales pilares básico en cualquier zoológico, estos son la EDUCACIÓN AMBIENTAL, la CONSERVACIÓN y la INVESTIGACIÓN.
Descubiertas de manera accidental durante la construcción de un pozo en 1906, forman un conjunto de galerías subterráneas de origen calcareo que están unidas por pasillos formados de manera natural. Se encuentran situadas en medio del barrio residencial de Génova, perteneciente al municipio de Palma de Mallorca (Baleares). Las cuevas tienen un recorrido a pie de casi un kilomentro de distancia y se desciende hasta los 36 m de profundidad. De enorme belleza natural, dada especialmente por los distintos colores minerales de sus espeleotemas y su gran concentración de formaciones excéntricas, destacan notablemente por la multitud de ejemplares de las rarísimas y difíciles de encontrar espeleotemas coraloide (conocidas también como palomita de maíz o coliflores). Cuentan también con una enorme irrigación natural de agua dulce constante todo el año lo que favorece un entorno siempre muy húmedo, fenómeno que las destaca notablemente en este aspecto sobre las otras 4 cuevas turísticas que hay en la isla, otorgándole a esta cueva un valor de viveza muy apreciado.
Un jardín botánico único en su clase con instalaciones didácticas para instruir conocimiento al visitante en el entorno que le rodea. Desde 1989 BOTANICACTUS es uno de los destinos turísticos más emblemáticos de la zona sur de Mallorca, combinando esplendor, vigorosidad y diversidad en un entorno de gran riqueza natural, resultando el jardín botánico más representativo de la isla y de los más emblemáticos a nivel mundial en su categoría. En el encontramos una gran variedad de flora autóctona de múltiples partes del mundo, mostrando todo su esplendor y variedad en un entorno con una extensión de 150.000 m², reuniendo más de 1.600 especies y 15.000 ejemplares, con el telón de fondo del mayor lago de las isla Baleares, de unos 10.000 m² situado en la zona tropical, con plantas acuáticas, bambú en sus orillas, que le va a transportar al interior de una jungla perdida.
El embalse de Cúber es un embalse artificial de agua que se encuentra en las faldas del Puig Major y del Morro de Cúber. Junto con el embalse del Gorg Blau, es propiedad del Ayuntamiento de Palma y abastece de agua el municipio y sus alrededores. El agua propia y proveniente del Gorg Blau (bombeada, ya que está a una cota inferior), se distribuye en los municipios de la Bahía de Palma a través del torrente de Almadrà. Recibe su nombre debido a la proximidad a la posesión de Cúber. Entre otros, también toma el nombre de esta posesión la cima que mira sobre el embalse: el morro de Cúber.
Están situadas a la derecha de la carretera, en la entrada del núcleo urbanizado de cala Sant Vicenç. Se conocen desde hace varios siglos, puesto que Joan B. Binimelis ya habla de ellas en su Historia de Mallorca de 1593, en la que afirma que “denotan haber sido habitación de gigantes”. En el año 1927, Wilfred Hemp inventarió un total de 13 cuevas, pero actualmente sólo se conservan 7, puesto que desde su descubrimiento han sufrido expolios y han sido reutilizadas. Cristòfol Veny las dividió en cuevas simples, de habitación, y cuevas complejas, de enterramiento. A pesar de esta hipótesis, parece más verosímil que todas formasen parte de una misma necrópolis del Bronce Medio (alrededor del 1600 a. C.), en un ámbito que probablemente gozaba de valor sacro y ritual. El lugar donde se encuentra la necrópolis constituye un sedimento cuaternario, fácilmente excavable, distinto del resto del territorio. Seis de las siete cuevas están alineadas al pie de un escalón natural cercano al sendero que conduce hasta allí desde la entrada al yacimiento. La séptima cavidad está situada al otro lado del vial, delante de la tercera cueva. La primera cueva (núm. 6 de Hemp) no tiene ni vestíbulo ni pasadizo, puesto que han sido destruidos. Delante del acceso, apreciamos signos de la existencia de una especie de patio que debía formar parte del conjunto. El interior tiene una longitud de unos 12 m y, en el fondo, presenta un ábside cerrado por un absidiolo o nicho. Dentro se localizó un ídolo bétilo (piedra cilíndrica considerada sagrada), que es la única representación de este tipo hallada en Mallorca. La segunda cavidad (núm. 7 de Hemp), una de las mejor conservadas, también presenta restos de un patio de entrada, con un agujero cuadrangular. El portal tiene un metro de altura por medio de anchura, y da acceso a la antecámara, seguida de la cámara principal, que presenta una entrada con dintel curvo, con muestras de acanaladuras o marcas de cierre, y dispone de banco y trinchera central, además de absidiolos o nichos en el ábside y los laterales. Se hallaron fragmentos de piezas de hueso, conocidas como botones, con perforación en forma de V. La tercera cueva ha perdido la parte delantera y conserva en su interior un banco central y dos nichos laterales y uno absidal. La cuarta cavidad cuenta con un acceso con roca tallada y antecámara y cámara, con banco lateral y tres nichos. La quinta cueva presenta una planta distinta, circular, con entrada grande y, en la cubierta, un agujero que disponía de losa de cierre.
Las Salinas de Sa Vall o de la Colonia de Sant Jordi son las segundas más antiguas del mundo (siglo IV a. C.) puesto que su explotación fue iniciada por los mercaderes púnicos. La sal continuó siendo el principal motivo de interés para los romanos, bizantinos, árabes y cristianos. Estas mismas fuentes salineras por su importancia pueden explicar el origen etimológico del municipio. Su extracción todavía se lleva a cabo, con los métodos tradicionales, durante el mes de agosto.Constituyen un frágil y valioso ecosistema protegido formando parte clave del área natural Es Trenc-Salobrar de Campos.
El Parque natural de la península de Llevant, con 1.671 ha de superfície, comprende un amplia área de las montañas de Artà, e incluye las cimas de mayor altitud de las Serres de Llevant (Puig Morei, 564 m; Puig des Porrassar, 491 m; Puig de sa Tudossa, 441 m). Las reservas naturales de Cap de Ferrutx y Cap des Freu, en los términos de Artà y Capdepera, comprenden dos áreas de acantilados costeros en el extremo septentrional de la península de Llevant.
Los aficionados a la ornitología disponen de un lugar específico para recabar información sobre aves pero también sobre las zonas naturales cercanas. El centro se encuentra situado en la zona de la Gola del Port de Pollença. La Gola es una pequeña zona húmeda formada por la confluencia de los torrentes Gotmar y Sóller que remansan sus aguas en ese lugar antes de llegar al mar. Se han habilitado unos itinerarios con paneles para orientar a los visitantes. La situación del centro a pocos kilómetros de las zonas húmedas de S'Albufereta y de la Albufera de Mallorca, así como su proximidad a la Serra de Tramuntana, lo convierte en punto de partida ideal para los interesados en la naturaleza en general y en la observación de aves en particular. El centro también cumple con objetivos educacionales sobre el mundo de los pájaros y conservación de la naturaleza. Una exposición permanente nos acerca a la ornitología de la isla, a las especies y sus hábitats.
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