Pol·lèntia es la única ciudad romana que se puede visitar actualmente en Mallorca. Es también el mayor exponente de la romanización de las Illes Balears y sus ruinas nos hablan de los tiempos de la pax romana. Las excavaciones de Pol·lèntia se iniciaron hacia 1920 y continúan en la actualidad. La parte abierta al público comprende un pequeño fragmento de muralla, ruinas de tres mansiones y una calle porticada. Se accede al conjunto por Sa Portella. Hay que destacar también su teatro romano, el único que se conserva en las Illes Balears. Se construyó en el siglo I y contaba con un aforo de cerca de dos mil personas. Actualmente pueden apreciarse parte de las gradas y del escenario. Es interesante completar la visita con la entrada al Museu Monogràfic de Pol·lèntia, donde se muestran valiosas piezas encontradas durante las excavaciones.
Antigua casa medieval que en el año 1606 pasó a manos del jurista genovés J. Francesco Pavesi, quien la reconstruyó en estilo manierista, más propio del lugar de origen del propietario que de la arquitectura tradicional de Palma. En el patio se mantuvo la disposición tradicional. Fue alterado por reformas en el siglo XIX, cuando la casa se convirtió en edificio de viviendas.
Palacio del S.XVIII con magníficas escalinatas y jardines. Situada en el término de Bunyola, esta finca acoge una antigua casa mallorquina con uno de los jardines más bellos de la isla. Fue adquirida por el Ministerio de Medio Ambiente y el Consell de Mallorca en el 2002, y su destino es convertirse en un importante centro ambiental internacional. Es también un pedazo de la historia isleña, que abarca el periodo comprendido entre los siglos XV y XIX. Su evidente valor patrimonial llevó al Govern Balear a protegerla declarándola Bien de Interés Cultural (BIC). Por sus jardines apetece perderse con un buen libro en las manos, alejarse del ruido del mundo durante un rato, como debió hacer el impulsor de la reforma más importante de la casa, el cardenal Antoni Despuig i Dameto (1745-1813). Despuig transformó la finca en un magnífico palacio clasicista de aire italiano, que en la planta baja albergó una importante colección de obras de arte. La historia de Raixa, a los pies de la Sierra de Tramuntana, se remonta a la presencia de los musulmanes en Mallorca, quienes debido a la abundancia de agua, plasmada todavía hoy en su gran estanque, y a la fertilidad de las tierras, escogieron este lugar para fundar la alquería Arraixa. Tras la conquista catalana de la isla, en el siglo XIII, Raixa pasó por diferentes propietarios, como los Zaforteza-Tagamanent, hasta que en el XVII pasó a manos de la familia Despuig.
Jorn Utzon y Mallorca: Can Lis y Can Feliz dos obras de su poesía arquitectónica en la isla Jorn Utzon es uno de los arquitectos más relevantes del siglo XX. Nació en 1918 en Copenhaguen, Dinamarca. Cursó sus estudios en su país de origen y en la vecina Suecia ampliando luego sus conocimientos en otros países, como Francia, Marruecos, Estados Unidos o México. Una de sus obras más conocidas y en la que invirtió buena parte de su vida profesional es el edificio de la ópera de Sidney en el que intervino entre 1956 y 1966. Esta obra convertiría a Utzon en el máximo representante de la corriente arquitectónica llamada la Tercera Generación. En 1971 decide construir una casa en Mallorca con la intención de retirarse. Esta vivienda llamada Can Lis y situada sobre los acantilados de Portopetro (Santanyí), se convirtió con el tiempo en un lugar emblemático para estudiantes y profesionales de la arquitectura. En 1994 levanta una nueva casa alejada de la costa. Este edificio denominado Can Feliz en s'Horta de Felanitx le proporcionará un nuevo refugio desde el cual también se puede contemplar el mar bajo la atenta mirada del imponente castillo de Santueri. Fuente: Jorn Utzon, Dos casas en Mallorca Federico Climent Conselleria de Turisme , 2000 Can Lis fue adquirida por The Obel Family Foundation y donada posteriormente a la Utzon Foundation que la rehabilitará para la difusión de la obra del arquitecto. Es además la sede de la fundación en España. Jorn Utzon (1918-2008), Premio Priktzer de Arquitectura 2003
Patio típico del siglo XVIII con arcos rebajados y columnas jónicas de mármol rojo, seguramente encargado por los Fonticheli, familia de importantes mercaderes genoveses que adquirió la casa el año 1724. La escalera, originariamente de dos tramos, se alargó en una reforma del siglo XIX. El aire modernista de la fachada es fruto de una reforma dirigida por el arquitecto Jaume Alenyà, el año 1909.
El portal principal es de dintel. La entrada tiene cubierta de artesonado y suelo adoquinado. Un arco escarzano comunica con el patio a cielo abierto. La pilastra de la izquierda presenta un interesante capitel con figuras del bestiario.
Símbolo del antiguo esplendor de la villa: el palacio fue un encargo del rey de Mallorca Jaime II, en el año 1309. Mandó construirlo sobre una base de origen islámico que posiblemente fue el alcázar del emir Mubaxir, muerto en el año 1114. Entre los años 1319 y 1523 fue residencia del veguer de fuera y, con la desaparición del Reino de Mallorca, sufrió graves perjuicios. En el año 1583, Felipe II lo traspasó a las monjas concepcionistas y se llevó a cabo una importante reforma (especialmente intensa en el siglo XVII) para adaptarlo al uso conventual. No hace mucho, en el año 1987, se reformó la torre del homenaje El conjunto que nos ha llegado tiene a la vez elementos de palacio fortificado y de convento de clausura estricta. Es un conjunto muy heterogéneo y destaca la iglesia, de tipología tradicional.
La obra de este templo grande duró 25 años, de 1786 a 1811. Se da la particularidad de que si en muchos pueblos tan monumental construción conllevaba la eliminación del oratorio primitivo, en este caso se decidió preservarlo y levantar el majestuoso inmueble pegado al histórico, en unas tierras con cementerio. También tuvieron que comprarse unas casas. La vieja iglesia es una joya arquitectónica, conocida ahora como capilla del Roser, con orígenes en los siglos XIII y XIV y añadido lateral (donde se halla el museo) en el XVI, junto a lo que era muralla. El nuevo templo fue bendecido por el rector Benet Vadell (natural de Petra), "último familiar directo del Beat Juníper Serra. Otra curiosidad del nuevo templo es que cuando se bendijo ya se había recaudado todo su coste, lo que demuestra el "interés" y la "devoción" del pueblo
Congregación que se instaló en Sineu en el año 1864. El oratorio o capilla del convento es un edificio neogótico que se inauguró en el año 1892 . Tiene un portal de arco ojival, con cuatro arquivoltas lisas que, del mismo modo que las jambas, están libres de ornamentación, con la parte inferior de piedra viva. Más arriba del portal una línea de imposta deja paso a un rosetón, los vitrales del cual forman la M del anagrama de Maria. El coronamiento presenta motivos vegetales, dos pináculos laterales y una espadaña rematada por una cruz. A la derecha de la capilla, marcada con el número 19, se levanta la fachada del que es propiamente el convento; tiene tres plantas y portal de dintel. A la izquierda de la capilla está el edificio de las escuelas, que se inauguró día 19 de junio de 1927. Las aulas del edificio, actualmente desocupadas, se distribuyen en tres pisos. La tarea educadora de las monjas llegó casi hasta nuestros días, hasta que su colegio de ocho cursos pasó al colegio público.
Hay muchos motivos más allá de la religión que contribuyen a hacer de una iglesia un edificio emblemático, y uno de ellos es contar con su buen emplazamiento. La iglesia de Sant Llorenç reúne sin duda esa condición, con su frontal destacando al paso, en medio de la Plaza Mayor de Selva (Mallorca) y su picudo campanario de ventanas germinadas y tejado piramidal sobresaliendo entre los edificios de alrededor, queriendo arañar el cielo de la Comarca Raiguer. Lleva allí mucho, desde el siglo XIV, cuando vino a reemplazar a otro templo aún más primitivo, aunque las sucesivas alteraciones han ido cambiando poco a poco su rostro. De sus dos fachadas; una es producto de una de estas reformas; la otra, sin embargo, era parte del conjunto románico original. De ese aspecto primitivo y de su función mixta como fortaleza hablan también las aspilleras de la parte alta: pequeños ventanucos donde los arqueros encontraban el ancho justo para colar sus saetas. Mucho arte, muchos elementos valiosos concentrados en este templo consagrado al patrón del pueblo, San Lorenzo. No sorprende que tenga la consideración de bien de interés cultural.
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