A lo largo del siglo XIX y XX a Artá llegaron los primeros emigrantes que habían hecho fortuna en las Américas, conocidos como indianos. La vuelta de este colectivo enriquecido, inició una disputa constructiva entre las elites acomodadas y los recién llegados, compitiendo los unos con los otros con tal de ostentar el mayor poder económico. Estos emigrantes importaron de los lugares de donde venían nuevos estilos constructivos, y na Batlesa es un ejemplo. El edificio, construido entre 1898 y 1900, se presenta como un volumen independiente situado encima de un pequeño podio que conforma una terraza cerrada por una balaustrada. La fachada principal es singular por su disposición perpendicular respecto a las crujías, de tal manera que conforma un gran frontón triangular. A destacar de la fachada principal; la escalera curvilínea que da acceso al edificio y el balcón del piso noble. En 1984, el casal fue cedido por su propietario, Cristòfol Ferrer, al Ayuntamiento, convirtiéndose, así, un edificio público donde hoy se encuentra la biblioteca municipal, la oficina de información juvenil, una sala de exposiciones y un fondo documental del pintor Miquel Barceló. Además, en una parte del solar se emplaza el teatro municipal.
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Schöne Einkaufmeile im malerischen Städtchen