.Si hay un edificio en Bunyola que puede plantarle cara a la cercana sierra de Alfabia ese es la iglesia de Sant Mateu. La monumental fachada de este templo barroco impresiona por fuerza entre las bajas casa de alrededor. Su gran rosetón mira como un ojo el devenir del pueblo, el reloj sobre él le señala los tiempos, y su torre campanario marca desde lo alto el techo de Bunyola. No hay duda de que su elegante silueta es la seña de identidad del pueblo cuando se contempla desde la distancia, y es normal que así sea, porque en su interior se custodia también otra maravilla el arte religioso: la Mare de Deu de la Neu, la Virgen de las Nieves. Se trata de una imagen en mármol de 700 kilos de peso y de casi metro y medio de altura, que representa a la virgen con el niño en brazos. Se cree que su regia estampa fue tallada en el siglo XV y Bunyola la guarda en el lugar que merece: en el centro del altar mayor de su iglesia parroquial.
Pequeña capilla de finales de siglo XVIII dedicada a la Mare de Deu d’Agost. Se puede llegar por dos caminos, el principal y más reciente, es el que encontramos enseguida que llegamos al llogaret y es donde está la parada del bus. Pero si seguimos por la carretera, un poco más arriba a mano izquierda está el camino viejo, precioso y empedrado. Allí es donde hay espacio para aparcar al menos unos 4 ó 5 coches ya que el parking de dentro está reservados sólo para residentes de Deià. Aparcar es la parte más complicada de esta visita. Los dos caminos acaban en la calle principal donde en unos pocos segundos ya vemos el oratorio.
El templo se empezó a edificar en la segunda mitad del siglo XVIII y se finalizó en 1786. Entre 1856 y 1881 se hicieron importantes obras de ampliación, según un proyecto de Antoni Sureda Villalonga. La iglesia fue erigida en parroquia en 1913. El camarín de la Virgen data de 1928.La fachada es un paramento liso, con portal mayor adintelado, sobre cinco peldaños. En el sobrepuerta hay un nicho que contiene una imagen de la Virgen, obra de Marc Llinàs, con el relieve de una cruz sobre ella y una inscripción de 1876: "Nom est hic aliud ince Domini Deus Porta Coeli".
Considerado como uno de los mayores templos parroquiales de Mallorca, las dimensiones y la perfección de la construcción demuestran la importancia que Petra tendrá en épocas pasadas. Es el tercer temple parroquial que ha tenido la villa, su construcción empezó en 1582 y finalizó en el siglo XVII. Aunque se construyó en época Renacentista y Barroca, el estilo arquitectónico de temple sigue la tradición gótica, aunque encontramos algunos elementos de estilos posteriores como la capilla barroca del Rosario o el portal renacentista de la sacristía. Es de planta basilical de una sola nave dividida en siete tramos y cubierta con bóvedas de crucería y té capillas laterales. En su interior se encuentran valiosas obras de arte y mobiliario religioso como los retablos de diferentes estilos, desde góticos del siglo XV (como la pintura de los Santos Médicos en la capilla del mismo nombre) hasta neogóticos (principios del XX). También, destaca la pila bautismal de 1588 donde fue bautizado el petrero más internacional, Junípero Serra (1713). Además, en la capilla de Santa Aina se conserva un retrato del misionero y una reliquia. El temple presenta dos portados. La fachada principal está inacabada y destaca por su gran rosetón en la parte superior. La fachada lateral, realizada en 1911, contiene la imagen de la patrona del pueblo, santa Praxedis, obra de Guillermo Galmés. El campanario de planta hexagonal y de 31 metros de altura, fue levantado en 1669. En su cuerpo destacan las ventanas ojivales y la terminación de la parte superior con una estructura piramidal. Las campanas son de los siglos XVII y XVIII.
Dentro del núcleo urbano, en el punto más alto de Santa Margalida se encuentra la joya del pueblo, la Iglesia Parroquial de Santa Margalida. El muro de contención de la colina arcilloso sobre el que se sitúa el templo configura unos de los espacios más atractivos del pueblo. La iglesia fue construida en el siglo XIII en los terrenos donde en época islámica se localizaba la alquería de Hiachat. La tradición dice que la iglesia habría tomado su advocación debido al hallazgo de una imagen de Santa Margalida a una cueva localizada en los terrenos donde se construyó el edificio. Sin embargo, los datos históricos apuntan que la advocación a Santa Margalida se habría debido a que los primeros clérigos de la parroquia provenían de Santa Margalda de Empúries (Cataluña). Con el paso del tiempo, el templo quedó obsoleto para poder meter a toda la población y fue sustituido 1660 por el edificio actual. El templo es un claro ejemplo de arquitectura religiosa barroca de la Part Forana de la isla de Mallorca. Destaca su fachada únicamente decorada con líneas de imposta y el rosetón. También llama la atención el portal Mayor y las figuras que la acompañan: Santa Margarita, San Pedro y San Juan Bautista. En su interior se conserva parte del antiguo retablo gótico que debía presidir el anterior templo, con una de las representaciones más importantes del gótico mallorquín de influencia senesa que se conservan en Mallorca. Por otra parte, hay otros retablos de épocas posteriores también destacados, como el retablo mayor del siglo XVIII; el de San Francisco de finales del XVI o el de San Sebastián.
Construcción El Monestir de Sant Bartomeu es una construcción del Barroco (1667-1702) Destaca Residen en él desde el año 1534 las monjas Jerónimas de clausura. Se conservan los restos de Sor Clara Andreu Malferit, destacada monja de la comunidad. Rasgos característicos Portal con arco de medio punto para acceder al patio que tiene un viejo almez y una cisterna. La iglesia tiene una sola nave de quatro secciones con capillas laterales muy reducidas y la cubierta es de bóveda de medio cañón. Conserva importantes obras de arte El Sant Crist de la Sang (x.XV o XV), los retablos barrocos de la Mare de Déu del Candeler y de la Sagrada Familia (s. XVII), dos tallas góticas de Pere Terrencs (s.XV) y valiosas pinturas de los Llopis, padre e hijo (s. XVI). Direcció: Carrer de les Monges, 129, 07300 Inca, T:971 50 00 95
El monasterio de monjas canonesas agustinas de Santa María Magdalena tiene origen en un hospital del que ya se tienen noticias a principios del siglo XIV. La incorporación de las monjas fue obra del rey Pere el Ceremonioso, que acordó el desplazamiento a Mallorca de unas monjas del convento de Barcelona. La documentación conservada ofrece poca información sobre la antigua vida conventual o sobre la construcción gótica de la iglesia. El patrimonio medieval conservado consiste en tres singulares manifestaciones del arte gótico, prueba del auge de la comunidad a partir de la segunda mitad del siglo XIV. La obra más antigua e importante es el retablo dedicado a Santa Magdalena, y que debió de presidir la iglesia gótica: la tabla central, con figura exenta de la santa, es obra de Francesc Comes; las tablas laterales son atribuibles al denominado Maestro del Obispo Galiana, y el pináculo central se considera obra de Joan Daurer, todos ellos grandes artistas de la pintura gótica mallorquina del siglo XIV. Sigue en interés la tabla monumental de Santa Helena, atribuida a Rafel Mòger. Y una tercera obra es el pequeño retablo dedicado a la Virgen, a San Miguel y a San Juan Bautista, obra de Joan Rosado o Rosetó. Todas estas pinturas se encuentran en la Sala Capitular del monasterio, y sus autores figuran entre los más renombrados pintores del arte gótico mallorquín. Con la presencia en el siglo XVI de la monja Catalina Tomàs, después santa, se inició una nueva etapa del monasterio muy esplendorosa, bajo el mecenazgo del cardenal Despuig.
Esta es una de las últimas iglesias góticas construidas en Ciutat de Mallorca a finales del siglo XV. Daba servicio al Hospital General, y hoy la conocemos como iglesia de la Anunciación o de la Sangre -denominación popular que denota la devoción al Sant Crist de la Sang (Santo Cristo de la Sangre). El maestro que dirigió la construcción fue Amador, insigne picapedrero miembro de la alcurnia de los Creix. Es un edificio espacioso de nave única, de gran anchura, con capillas entre contrafuertes con bóveda de crucería. En las claves de las bóvedas se observan las armas de la ciudad y del propio Hospital, así como de la familia de los Pacs de Cunilleres y de la familia Tomàs, importantes mecenas de la obra. De su pasado medieval atesora el tríptico del Davallament, obra de inicios del siglo XVI atribuida a Joan Desí, y dos tablas de Sant Pere y Sant Antoni, atribuibles a Gabriel Mòger senior. También se exponen las tallas de un nacimiento de origen italiano del siglo XV, procedentes del convento de Jesús, declarado Bien de Interés Cultural y considerado el más antiguo de España. Igualmente se pueden ver dos magníficas esculturas en mármol de procedencia italiana. La capilla más conocida y popular es la del Cristo de la Sangre, constituida en 1552 por la cofradía de la Sangre. Aquí está el sagrario y la escultura del Cristo de la Sangre, hecha en madera de alcornoque, más ligera que otras, para poder sacar la imagen en procesión.
Esta cruz es conocida con el nombre de cruz de S’Abeurador (abrevadero) debido a la existencia de un pozo público, de capillita y abrevadero, a sus pies y que configuran un conjunto singular y documentado desde el siglo XVI. La cruz cuenta con un capitel de estilo barroco y una cruz superior de estilo neogótico que presenta a la Virgen María en el lado sur y a Jesús crucificado en el lado norte.
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