Calle de trazado sinuoso, propio de una vía medieval, con construcciones modernas, casi todas del siglo XIX. Pero todavía se puede ver algún resto gótico, como la ventana cuadrangular de la casa del número 1. Destaca la casa de los Montenegro o Can Despuig, del siglo XV, que fue residencia de Ramon Despuig, gran Maestre de la Orden de San Juan de Malta. La fachada presenta la tradicional división en tres plantas. La planta baja tiene dos portales dovelados de medio punto. Entre las dos puertas destaca el gran escudo de la familia Despuig, con una lápida que conmemora el nombramiento de Ramon Despuig como gran Maestre de la Orden de San Juan de Malta en el año 1737. La planta noble tiene cinco balcones de piedra con barandilla de hierro. El vestíbulo o entrada está cubierto por un artesonado de madera. De la familia Despuig destaca también el cardenal Antoni Despuig Dameto (1745-1813), ilustrado y gran benefactor de las artes. Precisamente, en época del cardenal y hasta principios del siglo XX, la casa acogía una de las colecciones de arte más importantes de Mallorca. En la casa vecina de Can Cabrer, en el número 4, se pueden contemplar pequeñas ventanas ajimezadas de dos aberturas en el porche. Siguiendo la ruta hacia la calle de Sant Joan, en la casa de la esquina con la calle d’Apuntadors se aprecia un porche con plafones conopiales, y restos de una ventana ajimezada de dos aberturas en la planta noble. Hacia la mitad de la calle Montenegro, desviándose unos metros a la izquierda donde empieza la calle de l’Estanc, pueden contemplarse ajimeces en el patio de la casa número 4.
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