Esta casa perteneció, en el siglo XVII, a la familia Villalonga, concretamente fue de Francesc de Villalonga i Fortuny, a quien el rey Felipe IV concedió el título de conde de la Cova, de donde toma el nombre el edificio. De esta casa destaca su escalera con tracería tardogótica, así como el techo de madera policromada del siglo XIV, que cobija toda la planta baja del edificio. Recientemente ha sido remodelado por la Escola Superior de Turisme.
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