Se la conoce como terra del fang (tierra del barro) y no en vano, ya que Marratxí es el municipio que concentra a los alfareros más reputados de Mallorca. Es la sede del Museu del Fang (Museo del Barro), un espacio dedicado al mundo de la cerámica en sus múltiples manifestaciones. Marratxí es un municipio de la comarca del Raiguer en el que, curiosamente, no existe ninguna población con ese nombre. Dos de sus núcleos son Pòrtol y sa Cabaneta, donde la tradición del barro se remonta al siglo XVIII. Fue en esa época cuando se instalaron las olleries y alfarerías provenientes de la vecina Santa Eugènia, introduciendo un oficio que se ha heredado de padres a hijos. Ahora, una abundante muestra en torno a las modalidades del barro y la cerámica está recogida en el Museu del Fang. El museo está instalado en es Molí de sa Cabaneta, un antiguo molino restaurado. El fondo museístico comprende alrededor de novecientas piezas; algo menos de la mitad corresponden a cerámica tradicional y el resto son artísticas. Piezas de los siglos XIX y XX Una parte de esta colección se ha podido conseguir a través de la popular Fira del Fang (Feria del Barro), que desde 1984 años se celebra a principios de mayo y supone una ocasión única para disfrutar del trabajo de un buen número de ceramistas. Con motivo de esta feria se convoca un concurso en el que los participantes están obligados a ceder una de sus obras, que pasan a formar parte del fondo artístico del museo. La mayoría de las piezas son de los siglos XIX y XX. Algunas tienen una historia digna de contar, como la olla fechada en 1900 y hecha en Cuba por Joan Garau, un artesano nacido en Pòrtol que emigró a finales del XVIII a la entonces colonia española. A través de las distintas colecciones, pueden estudiarse diversas modalidades y técnicas para trabajar la cerámica y el barro. La olleria corresponde a los trabajos en arcilla roja; la gerreria, en arcilla blanca; y los siurells es un apartado dedicado a todo un símbolo de Mallorca. Se trata de una figurita pintada de blanco y con motas de color rojo y verde. Puede representar diferentes personajes y lleva un silbato en la parte de atrás. Se desconoce su origen, aunque se han encontrado piezas similares de época musulmana. Otro de los objetivos de este museo es recuperar la memoria histórica de la localidad, adquiriendo piezas de barro que hayan sido realizadas por artesanos ya jubilados o fallecidos.
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